En el Perú, los cambios tributarios son una constante. Cada año, la SUNAT publica nuevas resoluciones, actualiza plataformas electrónicas y modifica plazos o requisitos que impactan directamente en las empresas.
Frente a este entorno cambiante, contar con un plan de contingencia fiscal ya no es una opción, sino una necesidad para garantizar el cumplimiento oportuno de las obligaciones y evitar sanciones.
Un plan de contingencia fiscal permite que la empresa reaccione de manera rápida y ordenada ante una modificación normativa, una fiscalización inesperada o un ajuste en los sistemas electrónicos de SUNAT.
A continuación, te explico cómo diseñar uno efectivo, paso a paso, con base en la realidad peruana de 2025.
1. ¿Qué es un plan de contingencia fiscal?
Se trata de un documento de gestión que establece las acciones preventivas y correctivas que una empresa debe seguir cuando ocurre un cambio tributario o una contingencia imprevista.
Su objetivo principal es mantener la continuidad operativa y el cumplimiento tributario sin generar sobrecostos ni sanciones.
A diferencia de las acciones reactivas —que se ejecutan cuando el problema ya ocurrió—, un plan de contingencia fiscal permite anticiparse a los riesgos y reducir su impacto.
En otras palabras, funciona como un “seguro tributario” que protege la salud financiera de la empresa.
2. ¿Por qué es esencial en 2025?
En octubre de 2025, el entorno fiscal peruano presenta cambios significativos que hacen indispensable contar con este tipo de planificación. Entre los más importantes se encuentran:
a. Implementación total del SIRE
El Sistema Integrado de Registros Electrónicos (SIRE) se ha consolidado como el único medio de registro de ventas y compras electrónicas.
Las empresas deben validar sus operaciones a través de los Registros de Ventas e Ingresos Electrónicos (RVIE) y los Registros de Compras Electrónicos (RCE).
Un error de formato o sincronización puede impedir usar el crédito fiscal del IGV o incluso generar multas.
b. Fiscalización electrónica intensiva
SUNAT realiza cruces automáticos de información entre comprobantes, percepciones, retenciones y libros electrónicos.
Los requerimientos electrónicos deben atenderse en plazos muy breves, y cualquier omisión puede ser sancionada de inmediato.
c. Cambios en deducciones y gastos empresariales
El Decreto Legislativo N.º 1540 y las normas complementarias han redefinido los criterios de deducibilidad de gastos.
Conceptos como alimentación, movilidad o servicios digitales requieren un mayor sustento documental para ser aceptados tributariamente.
Ante este panorama, las empresas deben estar preparadas para actuar con rapidez y criterio técnico.
3. Principales riesgos tributarios ante cambios normativos
No contar con un plan de contingencia fiscal puede exponer a la empresa a los siguientes riesgos:
- Errores en declaraciones o libros electrónicos:
Versiones desactualizadas del PDT o del SIRE pueden generar inconsistencias al momento de declarar. - Multas y sanciones automáticas:
SUNAT no suele otorgar periodos de gracia cuando hay errores de presentación, aun si se deben a un cambio reciente. - Pérdida de crédito fiscal o deducciones:
Si los documentos no cumplen con los nuevos criterios de validez, el gasto o el IGV pueden no ser deducibles. - Desactualización del sistema contable:
Los ERP o software contables deben adaptarse inmediatamente a las nuevas exigencias de SUNAT. - Descoordinación interna:
Si las áreas contable, financiera y administrativa no están alineadas, las respuestas ante un cambio normativo suelen ser tardías o incompletas.
4. Pasos para elaborar un plan de contingencia fiscal
Paso 1. Diagnóstico del riesgo tributario
El primer paso es identificar las áreas vulnerables de la empresa.
Se deben evaluar:
- Los regímenes tributarios aplicables.
- El nivel de dependencia de sistemas electrónicos.
- Los procesos más sensibles a cambios (ventas, planillas, compras).
Ejemplo:
Una empresa comercial con alto volumen de ventas electrónicas debe priorizar la validación diaria del SIRE y la conciliación de comprobantes con los registros contables.
Paso 2. Creación del equipo de respuesta
Designa un grupo responsable conformado por:
- Contador o responsable tributario.
- Asesor legal o externo especializado.
- Encargado del sistema contable o ERP.
- Representante de finanzas.
Este equipo debe poder reunirse y tomar decisiones en menos de 24 horas tras la detección de un cambio relevante.
Paso 3. Monitoreo permanente de normas
El equipo debe implementar un sistema de vigilancia activa de fuentes oficiales:
- Boletín de SUNAT y Diario Oficial El Peruano.
- Consultas vinculantes y resoluciones recientes.
- Comunicados de MEF y cambios en cronogramas de presentación.
Una práctica recomendable es revisar cada lunes los cambios normativos y distribuir un resumen interno a todas las áreas involucradas.
Paso 4. Protocolos de acción ante contingencias
Cada tipo de cambio o eventualidad debe tener un protocolo definido.
Algunos ejemplos comunes:
Tipo de contingencia | Acción inmediata | Responsable |
---|---|---|
Cambio de formato en SIRE | Actualizar sistema contable y validar con SUNAT | Encargado de sistemas |
Modificación de plazos de IGV | Ajustar cronograma interno y comunicar a gerencia | Contador principal |
Fiscalización electrónica | Reunir documentación de respaldo y revisar declaraciones previas | Asesor tributario |
Nuevo criterio de gasto deducible | Actualizar política contable interna | Gerencia financiera |
Paso 5. Capacitación y pruebas internas
El personal contable y administrativo debe recibir capacitación periódica sobre las normas tributarias vigentes.
Además, es recomendable realizar simulaciones internas: por ejemplo, cómo responder a una fiscalización electrónica o cómo registrar un cambio en el SIRE.
Ejemplo práctico:
Una empresa simuló un “corte de sistema SUNAT” para evaluar su capacidad de respuesta.
En dos horas restablecieron los procesos, identificaron cuellos de botella y mejoraron su protocolo de respaldo contable.
Paso 6. Evaluación y actualización
Cada vez que se active el plan, debe realizarse un informe de resultados:
qué funcionó, qué no, y qué ajustes se requieren.
Este análisis fortalece el control interno y demuestra una gestión preventiva ante una eventual fiscalización real.
5. Beneficios de un plan de contingencia fiscal
- Cumplimiento continuo: evita atrasos o errores en declaraciones.
- Reducción de sanciones: minimiza multas por presentación extemporánea.
- Mayor control documental: permite actuar con evidencia ante SUNAT.
- Eficiencia operativa: las decisiones se toman más rápido y con respaldo técnico.
- Mejor reputación tributaria: SUNAT valora la consistencia y transparencia de las empresas organizadas.
6. Caso práctico
Una empresa de servicios tecnológicos recibió una notificación de fiscalización por diferencias en sus ventas declaradas en 2024.
Gracias a su plan de contingencia fiscal, ya contaba con protocolos definidos:
activó su equipo interno, revisó su contabilidad electrónica y respondió dentro del plazo legal con sustento documentado.
Resultado: no recibió sanción y fortaleció su perfil de cumplimiento ante SUNAT.
7. La dinámica tributaria peruana exige preparación constante
Un plan de contingencia fiscal permite a las empresas anticiparse a los cambios, mantener su cumplimiento y evitar sanciones innecesarias.
Implementarlo no solo mejora la gestión contable, sino que transmite confianza y solidez ante SUNAT y terceros.
Si tu empresa aún no cuenta con un plan de contingencia fiscal o desea actualizarlo según la normativa vigente, SOSCIA puede ayudarte a diseñarlo, implementarlo y acompañarte en su ejecución.
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